Volviendo a mis recuerdos debo deciros que tan malo y deficiente como el alumbrado, era el sistema de surtir de agua a la ciudad.
La de pozo resultaba muy mala, salobre y con frecuencia contaminada; los aljibes escaseaban, no solo porque su construcción era costosa, sino porque no podían tener semejante comodidad más que las casas de azotea. y éstas eran poco numerosas: ya os dije que da mayoría estaban cubiertas de tejas.
No quedaba, pues, otro remedio que beber y guisar con agua del río, y esa era la que se usaba, comprándola a los aguateros.
Las carretas de aguatero, eran una de las cosas típicas de la ciudad, que más llamaban la atención de la gente forastera. Componíanse de tres largos tirantes de los cuales el del centro sobresalía bastante de los otros : estos tirantes estaban unidos por medio de clavijas de madera a otros dos, que los cruzaban en sentido perpendicular.
Este armazón; que constituía el plano del carro, descansaba sobre un eje grueso y robusto, a cuyos dos extremos estaban sujetas las ruedas ocho y a veces nueve pies de diámetro.
-¿Y por qué los hacían tan grandes ?
- Para poder penetrar muy adentro del río y poder sacar el agua menos turbia.
-¿Turbia, señor ?
-Turbia sí, ¿ qué te figurabas tú ?
investigacion creada por:Cristian Nuñez de quinto b
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